domingo, 13 de marzo de 2011

Al menos un millar de muertos en Japón y 600.000 desplazados

Las autoridades japonesas aumentaron hoy a 1.353 los muertos y a 1.085 el número oficial de desaparecidos por el terremoto y posterior tsunami del viernes, aunque se teme que las víctimas superen con creces las 10.000. La catástrofe y posterior amenaza nuclear han dejado ya casi 600.000 evacuados, según la Oficina de Ayuda Humanitaria de Naciones Unidas (OCHA).
La policía de Miyagi, la provincia más afectada por el seísmo, cree que habrá al menos 10.000 fallecidos, mientras otras fuentes no descartan que pueda incluso incrementarse.
Solo en Minamisanriku, una localidad costera de Miyagi totalmente arrasada por el tsunami que siguió al seísmo de 9 grados en la escala Richter, están sin localizar 9.500 personas.
También hay otras 1.167 personas desaparecidas en la contigua provincia de Fukushima, de acuerdo con un recuento de las autoridades locales.
En el recuento oficial, según la agencia local Kyodo, tampoco se incluyen otros 600 cadáveres que fueron localizados en las provincias de Miyagi e Iwate, ambas en la costa del Pacífico.
Las cifras oficiales hablan de más de 20.800 edificios destruidos y de que unos 380.000 japoneses tuvieron que ser evacuados de sus viviendas por ambas catástrofes naturales, mientras que 210.000 han sido evacuadas del área de 20 kilómetros alrededor de la central nuclear de Fukushima, donde se registró una explosión tras el seísmo.
De un primer reactor nuclear con problemas, la preocupación se ha extendido a un segundo en el que el sistema de enfriamiento de emergencia ha dejado de funcionar. La central nuclear de Tokai Nº2. también ha sufrido una avería similar, aunque en esta caso sí que han funcionado los sistemas de emergencia.
Además, más de 100.000 militares japoneses van a ser desplegados para asistir a las víctimas, ayudados por socorristas y personal especializado de casi 70 países, entre ellos Estados Unidos, que ha puesto a disposición de Japón el portaaviones Ronald Reagan.
El primer ministro nipón, Naoto Kan, pidió unidad a sus conciudadanos para afrontar las consecuencias del grave terremoto del viernes, que calificó como la peor crisis que afronta Japón desde el final de la II Guerra Mundial (1939-45).
Kan explicó que el Gobierno ha dado luz verde a las empresas Tokyo Electric Power y Tohoku Electric Power para efectuar, a partir de mañana lunes, cortes de electricidad de hasta tres horas al día con el fin de garantizar el suministro en las provincias afectadas.
El terremoto, uno de los más graves de la historia, fue seguido de un devastador tsunami que se llevó por delante pueblos enteros en la costa este del Pacífico.

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