domingo, 12 de diciembre de 2010

La Cumbre de Cancún logra sortear la amenaza del fracaso



Las caras de cansancio, después de una maratón de reuniones y discurso tras discurso, se podían observar en más de un delegado de la conferencia de cambio climático de Cancún. A las tres de la madrugada, Bolivia era el único país que insistía en que el acuerdo era insuficiente para combatir el cambio climático.
Pero la ministra de Relaciones Exteriores de México, Patricia Espinosa, alentada por el aplauso de sus colegas, decidió que ya era suficiente. Bajó el martillo a las 03:31 y dio por aprobados los dos textos finales de la cita, incluso sin el consenso boliviano.
Después de jornadas de tensión por puntos de vista que parecían irreconciliables entre países desarrollados y en desarrollo y naciones industrializadas entre sí, como Estados Unidos y Japón, el mayor mérito de la conferencia de Cancún fue haber reencarrilado el proceso climático de las Naciones Unidas.
Nadie quería volver a casa marcado por el fracaso, como ocurrió el año pasado en Copenhague.
El resultado final son dos papeles, con apartados referidos a temas como adaptación al cambio climático, deforestación, reducción de emisiones, movilización de 100.000 millones de dólares anuales a partir de 2012 para proyectos climáticos en naciones en desarrollo.
En uno de los documentos se asientan los compromisos obligatorios de reducción de emisiones de países industrializados dentro del Protocolo de Kyoto, en el otro las metas voluntarias de los demás países, inclusive Estados Unidos, que nunca quiso ratificar Kioto.
Un Fondo verde
En el Acuerdo de Copenhague, un texto negociado en paralelo por un pequeño grupo de países el año pasado, se habían hecho también compromisos de voluntarios, pero no estaban anclados en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático.
La idea es que se logre un único pacto global obligatorio para todos, que es lo que está en juego en la próxima conferencia, que se hará en Durban en 2011. En Cancún sólo se pusieron los compromisos en la lista y se asentó que hacen falta pasos más ambiciosos para estabilizar la temperatura de la tierra.
También se expresó, además, que se evitará un vacío después de 2012 cuando vence el primer periodo de compromiso del Protocolo de Kioto, se decidió crear un Fondo Verde de financiamiento contra el cambio climático y se asentó por primera vez que la temperatura de la Tierra no debe aumentar más de dos grados.
Uno de los puntos cuestionados por Bolivia es que, a su juicio, aunque se habla de que se evitará que haya una brecha entre el primero y el segundo periodo de Kyoto, no se dice claramente que habrá un Kyoto-2.
El presidente de México, Felipe Calderón, dijo que en Cancún se "renovó el mandato del grupo de negociación del Protocolo de Kyoto". "Estaremos pendientes y seremos perseverantes para que las naciones que tienen en sus manos el poder de decidir el futuro del Protocolo, lo hagan y lo hagan ya, responsablemente", señaló.
Salvo las objeciones de Bolivia, que justificó punto por punto su rechazo -entre ellos a que el Banco Mundial (BM) sea el primer administrador del Fondo Verde- en general el ánimo de las delegaciones fue de satisfacción.


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